RUTA: «BMW R 1300 GS» Con MOTO2 LLEIDA
Somos moteros, eso, nadie lo duda. Sentimos verdadera pasión por las dos ruedas, y cuando se lanza al mercado un nuevo modelo, la curiosidad y el interés tira de nosotros igual que el imán del hierro. Si además resulta que este es uno de los más icónicos de BMW, no creo exagerar al decir: «¡He de verla, ya!»
Aburriros con la ficha técnica de la GS sería una pérdida de tiempo, su andadura pasa de los cuarenta años, así que no me equivoco al asegurar que todos la conocemos, muchos habéis tenido la enorme fortuna de viajar en una de ellas, y otros la disfrutáis en la actualidad, en cualquier caso, y como el saber no ocupa lugar, nunca está de más conocer las novedades con las que la marca nos va a sorprender en esta ocasión.
¿Y quién mejor que nuestro amigo Luis Oromí para mostrárnoslo?
Así pues, tras contactar con él exponiéndole nuestra atracción por el nuevo modelo de BMW, R1300 GS, se ofreció con gusto, alegría e inmediatez, a presentárnoslo en su concesionario oficial BMW y Harley Davidson, Moto2, en Lleida —privilegios de ser Silver Readers y contar con amigos como Oromí—.
El sábado, 25 de noviembre, nos abrió las puertas, fuera de su horario laboral, y, ni su equipo ni él, escatimaron ni en tiempo ni en atenciones para hacernos disfrutar tanto de la jornada como de la visita.
En primer lugar, nos obsequió con un fantástico recorrido por las instalaciones, haciéndonos partícipes de su trayectoria empresarial, sus inicios, anécdotas varias y los productos que mueve su mercado, y fue un deleite pasearnos entre la magnífica exposición de vehículos que tiene a la venta, como por el taller, donde miman y acicalan el objeto mecánico que tanto ama el buen motero.
Nos hizo tomar asiento en su despacho junto a una espectacular fotografía que cubre una de las paredes, y cuya perspectiva te transporta a África mientras estás sentado frente al ordenador, pero, así elevas la vista de la pantalla, vuelves a circular entre las dunas, y respiras libertad, incluso sin haberte movido de la silla.
Tras el tour nos condujo hasta el modelo que había motivado la visita, la esplendorosa R1300 GS, en su versión Triple Black, que lucía en exclusiva para nosotros.
Luis no nos quiso empalagar con los datos oficiales, sino que nos explicó sus impresiones personales después de haberla probado a fondo.
La oímos rugir, todos subimos a su lomo para captar las sensaciones que nos había trasmitido Luis, y cada cual pudo sacar sus propias conclusiones in situ.
Nuestro anfitrión es un hombre de mundo, y mientras dábamos descuento del desayuno con el que nos obsequió, aprovechó para deleitarnos con sus vivencias personales, ya que Oromí fue uno de los pioneros en recorrer el mundo a dos ruedas, y queda reflejado en la forma tan genuina de trasmitir esas experiencias viajeras, ya que, tal como declaró Sartre: «cuando una aventura sucede, uno se pregunta qué pasa consigo mismo, por qué ha llegado hasta allí, y muchas veces eso te hace sentir tan feliz como el héroe de una novela».
Con la idea de instarle a colaborar de nuevo con el MotoClub, como hizo en el evento por el Pirineo de Lleida, le recordamos el buen sabor de boca que nos había dejado, sugiriéndole que repitiera en otro futuro.
Pasamos una mañana extraordinaria, y a modo de colofón, Luis quiso agradecernos el interés con una ruta por las carreteras sinuosas de la zona, y con él como guía, partimos rumbo a Les Garrigues, Montsant y Priorat, un recorrido excelente que nos adentró en la provincia de Tarragona, dirección El Perelló, ya que allí nos esperaban para disfrutar de una suculenta comida con la que satisfacer a nuestros insaciables estómagos, porque, ya se sabe, un motero consume mucha energía, y es de ley reponerla en el mismo instante que este se detiene.
La jornada se deslució para nuestro socio Matías Collado, que tuvo la mala fortuna de sufrir un doble pinchazo —sí, dos, como los Petit-Suisses—, y que nos fue imposible solucionar en ruta, así que: a problemas sin remedio, litro y medio, nuestro amigo Matías, resignado, se montó en la grúa y acompañó a su preciosa moto hasta casa.
Y así tocó fin otro gran día para el MotoClub, una jornada diferente a otras, momentos que cada uno valorará distinto, pero que, estoy convencido, va a formar parte de la memoria de todos los que compartimos estos eventos, por la compañía y buen humor entre los socios, por la atención que nos prestan allá donde vamos, ya que, según palabras de Luis Oromí: «Entre motoristas sabemos entendernos».
Aprovecho esta tribuna para agradecer a Luis Oromí y a todo el equipo de Moto2 su tiempo, el interés y el cariño que siempre manifiestan hacía nuestro MotoClub.
Safari Salama, amigos.
Luis Peirón S085
Delegado Cataluña
Silver Reader MotoClub.