“Qué le voy a hacer, si yo
Nací en el Mediterráneo
Nací en el Mediterráneo…”
Nueva actividad de la Delegación de Valencia y Castellón. Volvemos a juntarnos para disfrutar de una jornada Silver Reader.
En esta ocasión vamos a viajar hacia la comarca de la Marina Alta en la provincia de Alicante.
No sé si algo tendrá que ver que nuestro Delegado JC Fajardo tenga su origen en este territorio, que un servidor también o que nuestro Presidente Miquel viera por primera vez la luz en Denia. El asunto es que ya, desde su publicación en la página web del motoclub, se esperaba recorrer la ruta con entusiasmo por parte de los asistentes.
Pero no, ninguna de estas razones tenía relevancia. El motivo principal, como ya anunciaba el cartel de presentación, era la gamba roja. Ni castillos, ni monasterios, ni cabos, ni curvas: el ser humano tiene un estómago agradecido.
Se había reservado una climatología excelente para estas fechas. Ni frío ni calor durante las primeras horas de la mañana, pero sí un sol reluciente, al mediodía, que nos permitiera disfrutar de una mesa bien servida frente a un mar del cual nos separaba un arenal excepcional.
Como es costumbre desde la creación de nuestra delegación, el compañero Toni acudió al lugar de encuentro que estimaba conveniente. Da igual lo que marque el navegador y las coordenadas que indica el organizador con exactitud. A primera hora de la mañana viene bien, para despertar del todo, jugar a las adivinanzas y tener unas buenas risas mientras intentamos localizar con una llamada telefónica ese punto del mapa ajeno a los asistentes.
Estamos ya en dirección al Parque Natural de la Albufera de Valencia. Este antiguo golfo marino, reconvertido en lago de aguas dulces, es una de las zonas húmedas más importantes de España. Está separada del mar por una estrecha barra litoral arenosa con dunas estabilizadas por un bosque de pinos (Dehesa del Saler) cuya formación tiene su origen en los sedimentos acumulados que arrastraban el río Turia y Júcar junto a las corrientes marinas. Esta es la zona por donde discurre la carretera en nuestros primeros kilómetros. Un giro a la derecha dirige nuestra marcha hacia los extensos campos de arroz que, en esta época que finaliza la siega, se encuentran inundados para mantenerse anegados hasta el comienzo de la preparación de la tierra para la siembra. Durante los próximos meses los arrozales son utilizados como zonas de caza y espacio para las aves. Circulamos por caminos rurales de asfalto que sobresalen en esta amplia zona de agua y barro mientras me vienen a la mente las novelas Cañas y Barro y La Barraca escritas por Vicente Blasco Ibáñez donde, ambientadas en la Albufera valenciana, se describen con matices costumbristas la realidad social y las transformaciones propias de finales del siglo XIX.
A nuestro paso, los pájaros se asustan y alzan el vuelo trasladándose a un campo próximo junto al que pasaremos en breve estableciéndose un juego que finaliza al abandonar la zona y circular ya por la A-38 en dirección sur.
Hacemos un alto en el Mirador de la Visteta después del ascenso a través de las rampas de Simat de la Valldigna por una carretera de bello serpenteo. Se encuentra en una zona natural de gran belleza, rodeado de montañas y vegetación. Podemos disfrutar de unas vistas espectaculares del valle y de la costa valenciana. Observamos el impresionante Monasterio de Santa María de la Valldigna que se encuentra a nuestros pies.
Descendemos en dirección a Gandía y a lo largo del camino nos acompañan numerosos cultivos de naranjos, mandarinas y aguacates.
Es la hora del tradicional esmorzaret y el lugar elegido para reponer fuerzas es Oliva. Aquí es donde disfrutamos de una tertulia donde los temas principales son el repaso a las actividades realizadas en el año 2023, el esmorzaret de Nadal junto al acompañamiento de Miquel en el inicio de su Objetivo Numidia y los eventos a organizar durante el próximo año 2024. Poco tiempo para tanto contenido, así que dejamos algunos asuntos pendientes para la comida y con el indispensable cremaet, nos levantamos de la mesa para continuar con nuestra ruta.
El calor del sol ya se deja sentir, así que debemos quitarnos alguna de las capas que a primera hora de la mañana era necesaria para rodar confortablemente con nuestras motocicletas.
Circulamos por la N332 en dirección Alicante. Actualmente esta vía de comunicación, indispensable para la conexión de las poblaciones costeras de la Comunidad Valenciana, se muestra apetecible durante estos meses del año para circular con nuestras motos. El turismo tiene baja afluencia en otoño y la gratuidad de la AP7 resta el intenso tráfico que en fechas anteriores hacía que transitar por esta carretera fuera un despropósito.
Nos desviamos hacia Teulada y el Poble Nou de Benitatxell. Buscaremos los indicadores en dirección a la «Cumbre del Sol«, la urbanización que, desde 1973, ha venido transformando de forma radical la fisonomía de la montaña, copando con chalets de lujo hasta el último metro cuadrado del Puig de la Llorença cuyo mirador es nuestra próxima parada. Seguimos subiendo. En lo más alto del Puig de la Llorença, a 445 metros de altura, encontramos multitud de antenas de radio, telefonía y televisión. Y un vértice geodésico. Las vistas son privilegiadas. Hacia el Sur: aparecen el Peñón de Ifach, la Serra Gelada, la Serra de Bèrnia, la Serra d’Oltà, el Morro de Toix…
Más cerca de nosotros aparece el Cap d’Or, en Moraira, coronado por su torre vigía. Si seguimos girando la vista hacia el este, aparece ante nosotros el Cabo de la Nao y la Isla del Descubridor.
Por unos instantes, nos sentimos capaces de alzar el vuelo y comenzar a planear sobre este deslumbrante litoral de pequeñas calas y desafiantes acantilados. Acantilados, por cierto, repletos de historia: la de las Pesqueres de Cingle; unos precarios andamiajes donde, hace apenas cien años, los lugareños se jugaban la vida tratando de cosechar los frutos del mar. Hoy en día resulta mucho más rentable vender los terrenos a una constructora…
Mucho más allá, en el horizonte, parece distinguirse una silueta… ¡Es Ibiza! Apenas 90 kilómetros en línea recta nos separan de la mayor de las pitiusas, con lo que la observación resulta relativamente sencilla, siempre que el día se presente como hoy: soleado, claro y sin brumas.
Miramos nuestros relojes y vemos que no tenemos margen para visitar los dos siguientes destinos planificados inicialmente. Decidimos dejar uno para una próxima visita y retomamos la marcha con dirección al Cabo de San Antonio.
El cabo de San Antonio forma parte del parque natural del Macizo del Montgó situado entre Denia y Jávea. Tras una breve parada para disfrutar del paisaje, y a través de una carretera sinuosa entre pinos y construcciones turísticas, nos dirigimos a Denia, donde tendrá lugar nuestra actividad cultural gastronómica en Los Baños Sunshine, restaurante recomendado por Miquel y donde Jaume Pastor (viajero y motorista y un pionero en los 80 de los viajes por Marruecos en moto) nos ha preparado un menú para deleite de los asistentes.
En un enclave maravilloso, con el mediterráneo a nuestros pies, una decoración natural, un sol de otoño que con su calidez da vida y con un agradable ambiente Silver Reader nos disponemos a disfrutar de un homenaje culinario con productos de proximidad y del mediterráneo. ¡Bon Profit!, ¡Buen Provecho!.
Cerca del mar, porque yo
Nací en el Mediterráneo
Nací en el Mediterráneo
Nací en el Mediterráneo
Carlos Ivars
S-127