Tal día como hoy, un 21 de abril de 1618, otro de nuestros #exploradoresolvidados, descubría las fuentes del Nilo Azul, en el lago Tana, en Etiopía. Fue el jesuita español Pedro Páez Jaramillo. Miquel Silvestre lo cuenta en su libro "La Vuelta al Mundo en Moto: Ruta Exploradores olvidados". Como relata en su libro, "La obra de Páez en Etiopía puede considerarse descomunal. No solo se ganó la confianza del emperador y estableció numerosas escuelas y misiones, sino que diseñó un magnífico conjunto palaciego eclesial para residencia del emperador en Gorgora, a orillas del lago Tana."
Pero comencemos desde el principio.
Páez nació en Olmeda de las Cebollas (hoy de las Fuentes) en 1564 en el seno de una familia noble. Ingresó en la Compañía de Jesús con 18 años y estudió filosofía.
En 1588 es enviado a Goa (India) y desde allí, en 1589, parte como misionero a Etiopía donde la misión católica establecida en 1557 estaba al borde de la extinción. Sin embargo, no llegó a su destino. Él y su acompañante, Antonio de Montserrat, fueron capturados por los árabes a la altura de Dhofar y permanecieron casi 7 años cautivos, obligados a recorrer a pie el inmenso desierto de Yemen y esclavizados como remeros en galeras turcas, hasta que fueron rescatados por orden del gobernador de Goa, retornando a la India.
Etiopía era por entonces un país cristiano rodeado de musulmanes. El cristianismo había llegado en el siglo IV gracias a misioneros sirios. Para los etíopes, los portugueses llegados de la mano de Bartolomé Díaz en el s. XV, eran un gran aliado contra el Islam, pero éstos prestaron ayuda a cambio de admitir a los jesuitas.
Fue el 22 de marzo de 1603 cuando Páez pone nuevamente rumbo a Etiopía, disfrazado de comerciante armenio, arribando a la misión de Fremona un mes después. Aprendió la lengua local, lo que le permitió hacer llegar su mensaje a los nativos.
En 1606, siendo una de las personas de confianza del monarca Susenyos, le permitió extender la red de residencias jesuitas. El rey le pidió construir dos iglesias de estilo europeo, lo que supuso la introducción del manierismo renacentista en el Macizo Etíope. La conversión de del cristianismo ortodoxo al catolicismo iba lentamente en aumento, pero también llevó a una revuelta militar en 1617 a causa de los beneficios que el rey concedía a los católicos. En 1621, el rey hizo pública su conversión al catolicismo.
Páez también colaboraba en labores diplomáticas, pues era quien redactaba las misivas del rey etíope al Papa o al rey de España.
Al tiempo que el jesuita escribía su obra titulada "Historia de Etiopía", compuesta de cuatro libros, abordando aspectos como la historia, la teología, la botánica, la zoología, la antropología y la geografía etíope, viajaba a Gorgora para supervisar la construcción del complejo eclesiástico. En su último viaje, con 60 años de edad, contrajo unas fiebres, probablemente malaria, y cayó gravemente enfermo. Murió en mayo de 1622, en algún momento entre el 20 y el 25 de mayo.