EN MEMORIA DE SERGIO NARANJO, #guerreronúmero13
Tras el parón navideño, la delegación de Cataluña nos reunimos el pasado 19 de febrero para realizar la primera ruta del 2023, que inició sin Sergio Naranjo, nuestro #guerreronúmero13, y al que le dedicamos este encuentro.
Temprano, pasadas las ocho, y con ese frío propio de las mañanas de febrero, un buen número de socios emprendimos la marcha hacia la Costa Brava, disfrutando como criaturas «Las 365 curvas» que es como se conoce la fabulosa carretera GI-682 que enlaza las localidades de Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols.
Resultó una mañana radiante, el sol, aparte de entibiar el ambiente para hacernos el trayecto más confortable, engalanaba los recoletos pueblos de antiguos pescadores, en donde pequeñas barcas aguardaban sujetas a maromas fondeando cerca de la playa, y el mar, como espejo del cielo, trazaba el camino de los rayos hacia el horizonte, y allí se perdían, igual que nuestras miradas extasiadas con tanta belleza.
Aquel receso en el camino, ese alto contemplativo que todo motorista rutero debe de permitirse por corto que resulte el trayecto, estoy convencido de que fue un momento reflexivo tan memorable al mismo itinerario.
Continuamos, instantes después, hacia el siguiente objetivo de la jornada, la visita cultural prevista a la colección privada de Derbi, tan afín a nuestro patrimonio motociclista.
Mención especial a la familia Pujolar, y agradecimiento infinito a Jordi Pujolar por atendernos, además de brindarnos efemérides poco conocidas de la marca.
Nos confesó que había sido su padre, Josep, de quien surgió la idea de restaurar una vieja Moto Guzzi de 65cc., y a partir de ahí, se dedicó a rescatar las motos de los parroquianos y amigos que disponían de una desastrada.
A la gran mayoría le faltaban piezas o estaban tan deterioradas que se debían de fabricar artesanalmente por falta de recambios.
En los 90, la familia, decide centrar sus esfuerzos solo en Derbi, en parte, por la nostalgia del padre de Jordi hacia su primera moto de juventud, una Derbi Gran 74 Sport, en parte, animados por personas como Jaume Vilajoliu, muy vinculadas al ADN de la marca.
Su fervor por Derbi durante estas tres décadas, su deseo de conservar un patrimonio bien arraigado a nuestra tierra, gentes e industria nacional de postguerra los hizo recorrer miles de kilómetros con la finalidad de encontrarse tesoros escondidos con los que preservar su historia, que también es la nuestra.
Es una visita que a nadie deja indiferente, despierta recuerdos de juventud de cualquiera de los socios, que seguro recuerdan los tiempos en los que Derbi aserraba las apacibles siestas de los abuelos.
He de admitir que fue un viaje al pasado entrañable y conmovedor, y que Jordi lo hizo inmejorable gracias a su cariño hacia la marca.
Así, abandonamos el garaje de la familia Pujolar con la memoria removida, pero también con los estómagos rugiendo, y por evitar que nos confundieran con leones famélicos en busca de presas, nos dirigimos sin dilación hacia el restaurante donde los platos no tardaron en llenarse, aunque en vaciarse tampoco.
Añadir lo de siempre, que el ambiente entre los socios es magnífico y fraternal, que las risas y el buen humor son el himno del motoclub, que resulta sencillo disfrutar con personas tan amenas e interesadas por conocer fragmentos de una cultura que parece se nos escapa, y que es eso, justo eso, por lo que somos diferentes.
Por ti, y por el legado que nos dejaste, no te olvidaremos Sergio Naranjo.
Luis Peirón, delegado de Cataluña de Silver Reader Motoclub.
