El pasado 21 de octubre la delegación de Sevilla realizó su primera ruta Trail. La mañana se presentaba fresca y tras haber estado lloviendo días atrás, el frío había hecho por fin aparición en esta parte del país y se respiraba un agradable olor a tierra mojada en el ambiente.
A hora de reloj británica, todas las monturas estaban ya preparadas en el punto de encuentro, Utrera, con todo cargado para nuestro disfrute, así pues, a las 9:45h comenzábamos la ruta.
Justo a la salida del pueblo, ya comenzamos a ver el cambio de terreno, pues de un buen asfalto, pasamos a una carretera casi de un solo carril, la cual cada vez poseía menos asfalto y cada vez más grava. Hasta el momento el momento, culmen donde desapareció totalmente ese asfalto y comenzó la verdadera aventura.
El primer tramo de la ruta fue bastante fluido, buen piso y las motos y pilotos se comportaron sin problemas, hasta que llegamos a la intersección que debíamos coger, donde nuestro jefe de ruta, decidió dar marcha atrás y tirar por otro sendero, dado que el barro se volvía impracticable un par de km más adelante. En la primera parada, pudimos observar las fortalezas que conformaban la antigua línea de defensa del frente morisco, todas ellas, torres ya en un estado bastante ruinoso, pero que, vistas desde nuestra posición, nos reflejaban la línea perfecta que realizaban y por supuesto su función.
A partir de ese punto, el terreno se volvió más tierra que grava con algunos charcos, bastante divertidos (para unos más que otros), tras finalizar este tramo donde pudimos observar un paisaje muy diferente al acostumbrado por las carreteras, llegamos al castillo de las Aguzaderas, uno de las pocas fortalezas en España que no se encuentran en alto, sino en una vaguada, es decir, una fortificación que lo que defendía era un pozo, elemento indispensable.
Tras la parada cultural, tocaba la parada de avituallamiento, donde tomamos algunos productos de la zona. Y a continuación, continuamos, esta vez metiéndonos en una arboleda para llegar a un mirador impresionante donde pudimos observar gran parte de la campiña sevillana.
Como colofón, acabamos tomando algunas cervezas con productos riquísimos de la zona, dando así por finalizado un gran día.
