11/04/1514
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Tal día como hoy, el 11 de abril de 1514, partía desde Sanlúcar de Barrameda, la imponente expedición de Pedrarias Dávila. Entre dicha hueste iba nuestro protagoniasta de hoy, Gabriel de Rojas y Córdoba. 
Nació en torno a 1480, sin embargo sí es seguro que es originario de Cuéllar, pues en su testamento se acordó de la capilla familiar en San Francisco de Cuéllar y del hospital de Santa María Magdalena, quienes fueron algunos de sus herederos, además de acordarse de los más necesitados que también se vieron beneficiados.

Es hijo de María de Torres Córdova Hinestrosa y de Gómez de Rojas, originario de Córdoba y sobrino del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, y tras participar en la segunda batalla de Olmedo en 1467, decidió establecerse en Cuéllar. Ocupó cargos de importancia política convirtiendo su familia en familia ilustre y de reconocido prestigio.
Tenía tres hermanos, Manuel, Francisco y Cristóbal. Todos ellos también iniciaron la aventura de las Américas.

Gabriel de Rojas figura como uno de los capitanes en la gran expedición de 1514. Una vez llegado al Nuevo Mundo, fue alcalde de Acla de 1515 a 1520.
Al ser hombre de confianza de Pedrarias Dávila, participó en diversas expediciones junto a Francisco Hernández de Córdoba, estando presente en la fundación de las ciudades nicaragüenses de León, Granada y Segovia. 
Es el fundador de la ciudad Santiago de Cévaco (hoy Sébaco) en 1525, durante la exploración del río Viejo mientras buscaba el desaguadero del Gran Lago. 
En 1526 fundó la ciudad de Nueva Jaén (hoy San Carlos) durante la expedición de "La Mar Dulce" (hoy lago Cocibolca)

Considerado un capitán valiente y con arrojo, destacando en la expedición de Martín Estete de 1529, explorando el río Desaguadero (hoy río San Juan) en Nicaragua hasta llegar a la zona atlántica para continuar a pie. Sufrieron una emboscada y gracias a nuestro protagonista, lograron salvarse de una muerte segura.  
Colaboró con Francisco Pizarro, amigo suyo, en la conquista del Perú, llegando a ser en 1534 lugarteniente en Jauja y defendiendo Cuzco en 1535 en las revueltas de Manco Inca.
Intercedió en el conflicto entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro en 1537, pero no logró su propósito, desembocando en la posterior intervención de La Gasca, poniéndose a su disposición.
Se le encomendó la misión de explotar las minas de Potosí, impulsando el desarrollo minero y económico de la ciudad hasta convertirla en villa imperial.
Encontró la muerte en 1549, en un expedición en la provincia de Catamarca al ser alcanzado por una flecha envenenada durante un enfrentamiento con indígenas.

Gabriel de Rojas es considerado por los historiadores un fiel servidor, valiente, honrado y confiable, habiéndose dejado la vida cumpliendo con su deber.
#exploradoresolvidados
 

Gabriel de Rojas y Córdoba