Algunos historiadores dicen que Francisco Pizarro González nació el 16 de marzo de 1478 en Trujillo (Extremadura). Otros dicen que su fecha de nacimiento es incierta. No obstante, como merece su efeméride, y prefiero la del nacimiento que la de la muerte, que fue el 26 de junio de 1541 en Lima, lo publico en este día.
Francisco fue hijo bastardo de Gonzalo Pizarro, “El Largo”, quien se desentendió de él, siendo criado por su madre. De niño vivió en la pobreza, dentro de la normalidad en aquellos tiempos. Se sabe poco más de su infancia, sin embargo sí hay constancia que hacia 1493 se fue a Sevilla, que vivía un momento álgido gracias al primer viaje colombino.
Hasta 1502 nada se sabe de él. Debió padecer una vida dura de trabajos y penurias. Sin embargo, en 1502 zarpó con destino al Nuevo Mundo llegando a la ciudad de Santo Domingo en abril de ese año.
Hasta 1509 fue un simple soldado de infantería, hasta que embarcó a las órdenes de Alonso de Ojeda en pos del descubrimiento de Nueva Andalucía. Estuvo en la fundación del fortín de San Sebastián, que fue el primero de su género en el continente, quedando al mando del mismo como lugarteniente.
De regreso a Santo Domingo se engancha a la expedición de Martín Fernández de Enciso hacia Cenú y Darién, donde se funda la primera ciudad del continente americano, Santa María de la Antigua del Darién, que sería punto de partida de muchas expediciones en los primeros años de la exploración del Nuevo Mundo.
A las órdenes de Vasco Núñez de Balboa, exploró las tierras del cacique Careta, que se alió a los españoles y exploró el río San Juan. Siguió la exploración de las tierras del cacique Comagro, donde le hablan de un lugar donde había abundante oro y también recaba información sobre la existencia de un océano austral, que a la postre permitió a Balboa a descubrir el Mar del Sur (Océano Pacífico) el día 25 de septiembre 1513, hito en el que participó.
En 1518 es nombrado regidor del primer Cabildo que se establece en la ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, logrando en 1521 un rápido crecimiento comercial y poblacional y siendo elegido alcalde.
El 20 de mayo de 1522 junto a Pedro Arias Dávila funda la ciudad Santiago de los Caballeros de Natá. Para entonces, ya de vuelta a Panamá, tenía una posición social y económica importante.
Primera Expedición:
El 14 de noviembre de 1524, partía Pizarro junto a 112 hombres desde Panamá en una pequeña carabela llamada Santiago en busca del oro del que cada vez se hablaba más. Este primer intento fue un fracaso por los ataques que tuvieron que repeler de los indios. Retrocedieron hasta Chochama donde se unió a Diego de Almagro ya en 1525.
Segunda Expedición:
En enero de 1526, partieron Pizarro y Almagro, en dos carabelas, ambos como capitanes. Lo primero que hizo fue incendiar el Fortín del Cacique de Las Piedras, en venganza al ataque que sufrió en la primera expedición. A partir de ese momento se llamaría Puerto Quemado. Retrocedieron a San Juan y ordenaron a Bartolomé Díaz a navegar hacia el sur, quien descubrió la existencia de civilizaciones más desarrolladas. Esta noticia motiva a seguir hacia el sur. En mayo de 1527, Pizarro se queda en la Isla del Gallo mientras Almagro volvía a Panamá en busca de refuerzos, llevando consigo a los soldados que no deseaban continuar. Pizarro fue traicionado de modo que el Gobernador de Panamá envió a una carabela para recoger a Pizarro y a sus hombres. En ese momento tuvo ligar el famoso episodio que consagraría a los Trece de la Fama. No se sabe si es una leyenda o parte de la historia, pero se cuenta que Pizarro trazó con su puñal una raya en la húmeda tierra de la playa pidiendo que los que quisieran seguirle, que la cruzaran. Sólo 13 decidieron seguir junto a él, quienes fueron recompensados generosamente por la Corona.
Pizarro y sus hombres fueron abandonados, de modo que tuvieron que improvisar una balsa para salir de allí y poder embarcarse en la carabela de Bartolomé Díaz en dirección al sur. La expedición se llenó de esperanzas al llegar al pueblo incaico de Tumbes, donde pudieron apreciar de una manera clara, que se encontraban en los linderos de un gran reino.
Regresó a Panamá con objetos de oro y plata, pero le pusieron todo tipo de trabas. Por ello tuvo que viajar a España para obtener una Capitulación directamente con la Corona. Fue concedida el 26 de julio y lo autorizaba a conquistar la Nueva Castilla, nombre burocrático de Perú. Además era nombrado gobernador, adelantado y alguacil mayor del Perú. Tanto reconocimiento invitó a que le siguieran a América sus hermanos, otros parientes y numeroso vecinos de Trujillo y extremeños en general.
A finales de 1530, Pizarro zarpaba con 4 navíos hacia Nombre de Dios.
Tercera Expedición:
Pizarro partía el 20 de enero de 1531 desde Panamá con 180 hombres y 37 caballos. Tras siete meses de difícil trayecto, sufrieron una epidemia que casi lleva al traste la expedición. Finalmente llegaron a Tumbes en el mes de mayo de 1532. Avanzaron más al sur y el 15 de agosto de ese año, funda San Miguel de Piura o San Miguel de Tangarará, la primera ciudad española fundada en Perú. Éste sería el centro de operaciones para los próximos avances.
Pizarro tenía interés en conocer el monarca indígena, siendo necesario internarse en territorio desconocido. Las tierras eran gobernadas con puño firme por el imperio Inca, con Huayna Capac primero y Atahualpa después, dominando a los pueblos nativos, como los Huancas, los charkas, los coyas, los carangas o los Chachapoyas, siendo sometidos a vasallaje. Éstos vieron en los españoles a los aliados que podrían ayudarlos para romper dicha dominación.
El 24 de septiembre de 1532, Pizarro partía desde San Miguel de Piura con 160 hombres hacia Cajamarca en busca de Atahualpa. Hay que tener en cuenta que dicha travesía fue a través de tierras desconocidas. El 15 de noviembre llegaron a su destino y encontraron a Atahualpa rodeado de un ejército de 30.000 mil hombres. Se cuenta que Pizarro, al frente de un pequeño ejército, logró combatir y vencer el majestuoso ejército inca, sin embargo, es más que probable que en dicho combate participaran los pueblos sometidos, siendo Pizarro y sus hombres quienes dieron valor a los pueblos sometidos a rebelarse contra sus opresores, tal y como cuenta Miquel Silvestre en Nómada en Sudamérica. Lo curioso es que no pereció ni un español cuando las víctimas de los incas se cuentan por miles. Este hecho da verosimilitud a que la participación indígena debió existir.
El emperador Atahualpa fue apresado y pasó 8 meses prisionero en un cuarto de no más de 12 metros de largo por tres de alto. Cito a Miquel Silvestre en Nómada en Sudamérica: "Es el Cuarto del Rescate. Un Atahualpa cautivo propuso llenarlo dos veces de plata y una de oro por su libertad. Los españoles aceptaron la oferta, y de todo el imperio vino el tesoro hasta Cajamarca por los enrevesados caminos andinos. A día de hoy se considera el rescate más cuantioso de la Historia, y el valor que actualmente podría tener ese botín supera los quinientos mil millones de dólares.
Pero a pesar del pago, Francisco Pizarro ejecutó a su rehén convencido por sus capitanes y la razón de Estado. Armó un juicio o un simulacro de juicio para revestir de legalidad lo que no era más que un asesinato."
"Pedro Pizarro, el primo del Adelantado, escribió en su crónica que ese día dos hombres lloraron: Atahualpa por su vida, y Francisco Pizarro porque sin duda sabía que mataba a un inocente."
Pizarro tuvo constancia de la existencia de Cuzco, la capital del imperio. Llegaron a su destino el 14 de noviembre de 1533, realizando la fundación española de Cuzco el 23 de marzo de 1534.
El 18 de enero de 1535 fundaría la Ciudad de los Reyes como capital de Nueva Castilla, hoy conocida como Lima, capital de Perú.
El 5 marzo de ese mismo año, funda Trujillo.
En agosto de 1536 un gran ejército inca, con Tito Yupanqui al mando, cercaron la capital de la Nueva Castilla. En septiembre, con ayuda de Alonso de Alvarado, dieron muerte al líder inca y los soldados huyeron hacia Cuzco.
Una vez liberado Cuzco, volvieron los viejos problemas entre Pizarro y Diego de Almagro. Ambos rivalizaban por los linderos de sus territorios. De hecho, la escalada fue tal, que pizarristas y almagristas combatieron en las proximidades de Cuzco el 26 de abril de 1538. Vencieron los partidarios de Pizarro y Diego de Almagro terminó sentenciado a muerte.
El 29 de enero de 1539, Pizarro funda la ciudad de San Juan de la Frontera de Huamanga. Sobre esas fechas le fue concedido el Marquesado de los Atabillos.
En los primeros meses de 1540 Pizarro estaba ya en su capital. Al margen de guerras, hizo públicas las "Ordenanzas para el Buen Gobierno del Perú y el Bienestar de los Indios".
Se dice que la vida de Pizarro en la capital era sencilla, manteniendo relación con los vecinos.
Sin embargo, los seguidores de Diego de Almagro aún estaban resentidos. De esa forma, el domingo 26 de junio de 1541, un grupo de 20 o 30 almagristas irrumpieron en casa de Pizarro, quien se enfrentó a ellos con espada en mano, terminando muerto por las estocadas recibidas. El gran capitán fue enterrado de noche y a escondidas para evitar que se profanara su tumba. Hoy descansan sus restos en la catedral de Lima.
Cabe destacar que Pizarro tuvo hijos mestizos, primero una hija, cuya madre fue Inés Huaylas Ñusta, hija del inca Huayna Capac, nacida en 1534. A principios de 1538 nacía su hijo Francisco Pizarro Yupanqui, y a finales de 1540 su hijo Juan Pizarro Yupanqui, hijos de Angelina Yupanqui, bisnieta de Pachacutec.